lunes, 26 de mayo de 2008

CABELLOS, LUCES Y DESEOS

3D Cantor set- Geometría Fractal

Cabellera. Andrea Rincón-Selena Spice


CABELLOS, LUCES Y DESEOS

En posición perpendicular al suelo, las hebras de cabello por lo general no se agrupan en mechones. Una hebra está junto a miles de hebras más. Miles de hebras están debajo de una sola hebra. Todas las hebras forman una cortina, que cambia sus tonalidades a causa de los efectos combinados de la luz del ambiente y del movimiento de la muchacha. No todas las hebras se iluminan igual, ni cada hebra se ilumina de la misma forma a lo largo de toda su extensión. Es un río de luces y de hebras. Es como el agua de una cascada. Es como una mantilla fina bordada con lentejuelas.

Del cabello negro salen destellos blancos, grises y plateados. Alguna hebra adquiere por instantes un color azul, dorado o esmeralda oscuro. Sobre todo si la ilumina la luz del bar o el televisor en la habitación. La cabellera serpentea sobre la espalda, bamboleándose de lado a lado.

Ahora ella está tendida con la espalda al aire. La cabellera está en posición horizontal al suelo porque su cuerpo detuvo el efecto de la fuerza de la gravedad. El cabello se le ordena y desordena con facilidad. La cortina de cabello se convierte en un conjunto de mechones, que dibujan formas varias sobre su piel desnuda: Muchas que parecen círculos o semicírculos, otras triángulos, rectángulos, y elipses. Los bordos de algunas figuras son más gruesos que los de otras. Ni siquiera dentro de una misma figura son iguales, pues el número de hebras de cada mechón es variable. No hay dos formas idénticas, ni en sus trazos, ni en sus bordos, aunque todas son similares.

Sujeto varios mechones de cabello con ambas manos como si fuera la cola de una ardilla. Me da un sentido de posesión al imaginar que son las riendas. Siento el peso del cabello y lo dejo caer. Aparecen otras formas iguales pero diferentes. Las posibilidades son infinitas pero no es necesario verlas todas. Nada más las suficientes para captar la esencia del misterio. Los mechones, al igual que las figuras, existen y no existen. Aparecen y desaparecen. Hago mechones con los dedos. Existen. Los suelto. Dejan de existir.

Es un ejemplo de la geometría fractal, la misma que se utiliza para caracterizar a las nubes, los copos de nieve y las olas del mar.

Ahora la muchacha me mira desde arriba. Está inclinada sobre mí. Por la fuerza de la gravedad las hebras de cabello forman una cortina cilíndrica. Las paredes de hebras del cilindro solo le permiten verme a mí. Yo solo puedo ver el rostro de ella. La cabellera formó un espacio de intimidad en torno nuestro.

Se desliza un poco hacia atrás. Ya no puedo ver su rostro, oculto como está detrás de la cabellera cilíndrica. No puedo ver lo que ella ve. El espacio cilíndrico es ahora solo de ella.

Deseo que se deslice más para que las puntas de las hebras sigan acariciándome el cuerpo. Una caricia es una fricción entre dos superficies. Miles de hebras que entran en contacto con un pedazo de piel.

Ella se desliza otro poco. En la piel hay millones de terminales nerviosas que transmiten información al cerebro. Me surgen nuevos deseos. Que se deslice más atrás, que el cono cilíndrico se aplaste hasta parecer una medusa y que la fricción sea ahora con la boca. El cabello ha cumplido su función.